Calle San Andrés, nº 69-71.
Arquitecto: Antonio López Hernández
Estilo: Modernista y reforma moderna
Inicio de la obra: 08/03/1912
Fin de la obra: 04/07/1913
Arq. reforma: Desconocido
Reforma: Años 50, 1983, 2019
Autor: Alberto Fuentes Valcárcel
ÍNDICE
Comentario histórico
En 16 de febrero de 1912 el abogado de la Ciudad Vieja Francisco Silva Leiro en nombre del propietario, José Piñeiro Vázquez, inicia los trámites para la demolición de las casas número 69 y 71 de la calle Ancha de San Andrés, alegando estado de ruina y mal estado estructural. El 24 de febrero reciben el permiso del ayuntamiento para proceder con la demolición y ese mismo día se inician las comunicaciones a los inquilinos para desalojar las viviendas. Ambas casas se componían de bajo más dos plantas, habitando dos familias por casa, una en bajo y primero; y otra en el segundo. En el nº69 se trataba de Doña Juana Salido Sardiñas en el bajo y primero y Doña Antonia García Espantoso en el segundo; en el nº71 Don Perfecto Gómez y Doña Ramona Lar respectivamente. Por orden del ayuntamiento hubo que designar un facultativo que se encargase de la dirección de los derribos, siendo éste, Pedro R. Mariño.
Proyecto
El 8 de marzo de 1912 será el arquitecto Antonio López Hernández el que presente el proyecto para el nuevo edificio a construir en el solar de las casas nº69 y 71. Según la memoria del proyecto el nuevo edificio en estilo modernista se describe así:
“La forma del solar se aproxima al a rectangular y su superficie cubierta es en planta baja de 170 metros cuadrados y de 157,50 en las superiores, exclusión hecha en cotas de los patios interior que miden 11,07 metros cuadrados.
Las alturas adoptadas son 4 metros en el bajo y 3,20 para los pisos.
Los vuelos del balcón y galerías de fachada principal, serán de 0,85, máximum consentido por las Ordenanzas.
Los desagües se efectuarán con la forma predeterminada por las Ordenanzas de Planeamiento.
Los materiales que en general se empleen en la construcción serán, hormigón y mampostería hidráulica en cimientos; mampostería ordinaria en muros de elevación, ladrillo en fachada principal; hierro, ladrillo y cemento en repisas; madera en los pisos, armadura, puertas y galerías; zinc en la cubierta; rasilla en tabiques; barrotillo en cielo-raso; baldosín en pavimentos de bajo, retretes, cuartos de baño y cocinas”.
El 23 de enero de 1913, con las obras casi finalizadas, se pide licencia para la cubrición con vidrio del patio en toda la altura de la planta baja “con el fin de que pueda hacerse en él una instalación de maquinaria para establecer una fábrica de chocolates con todos los perfeccionamientos de la técnica industrial”.
El 26 de abril de 1913 se anuncia que las obras se hayan finalizadas pero no será hasta el 04 de julio en que sea concedida la licencia de primera ocupación, tras las oportunas inspecciones y tasas.
Reformas
Años más tarde se modifica la fachada del bajo comercial, siendo alterada su morfología y suprimida su decoración modernista. Entre las grandes pérdidas de esta reforma cabe destacar una efigie alada que decoraba la parte superior del escaparate.
La primera reforma consistió en una obra donde se unificó el vano de la planta baja, quitando los dos pilares metálicos que sostenían el dintel del hueco. Seguramente al introducir el nuevo dintel, que permitiese cubrir toda la luz sin necesidad de utilizar los pilares intermedios, hizo que desapareciese la efigie alada que lo coronaba.
Posteriormente, en 1983, hubo otra reforma, que es la que se encuentra a día de hoy, en la que se retranquea el acceso a la tienda inferior mediante una galería. El acceso a las viviendas superiores se ve relegado a un lugar posterior y oculto dentro de la galería de acceso al comercio. Esta solución fue reformada en el 2019 para ajustarse a la normativa actual en la cual la puerta de acceso a las viviendas ha de dar directamente a la calle, y por lo tanto se utilizó el vano derecho para este fin, sacando el acceso a las viviendas de la galería de acceso al comercio.
Comentario Artístico
Proyecto original de 1912
La fachada del edificio número 69 de la calle San Andrés está formada por 5 cuerpos de altura. Éstos varían de manera ascendente para dotar al edificio de una mayor altura visual digna del gótico (1). Los esfuerzos del arquitecto en esta casa fueron orientados a dotarla de una gran sensación de verticalidad, ya que para empezar la fachada es muy estrecha respecto a las 5 plantas de las que dispone.
(1) Esquema volumétrico de aumento de huecos en los elementos volados de la fachada.
La planta baja, a día de hoy desaparecida, se encuentra alineada con la calle. Estaba compuesta por un único vano que se dividía en 3 mediante dos columnas metálicas; de esta manera el hueco central, más grande, sería el escaparate del bajo comercial, situándose a su izquierda la puerta al bajo comercial y a la derecha la puerta a las viviendas superiores. Este vano, unificaba los tres huecos mediante un arco decorativo invertido, realizado en hierro. Se encontraba coronado mediante una efigie alada con rostro femenino, también desaparecida, y flanqueado por dos pilastras de decoración modernista que acababan en las ménsulas del balcón del cuerpo siguiente. Todos estos elementos estaban hechos en hormigón.
El siguiente cuerpo hace de transición entre la planta baja y los cuerpos superiores en forma de galería, todo él está realizado en hormigón. Este cuerpo se divide en dos vanos, que se repiten también en el balcón, que tiene 3 pilares que dividen el espacio en dos y que sujetan la galería superior. El balcón tiene una barandilla de hormigón con balaustres de hierro con decoración de medallones florales. Los pilares son geométricos, con adornos vegetales en el capitel, en el remate del pilar debajo del capitel y en el balaustre que hace de base del pilar; la basa es muy geométrica, cuadrada, con dos cuadrados resaltados en los cuatro lados; el capitel floral, es proporcionalmente mucho más grande que el pilar recordando a los capiteles nazaríes. El límite del muro con el forjado de la galería se realiza mediante una cornisa floral que se transforma en una especie de planta trepadora en la parte superior de las puertas.
Los siguientes tres cuerpos conforman la galería, siendo las tres plantas prácticamente iguales con ligeras diferencias. La galería se divide en 5 vanos de los cuales los dos de los extremos son más estrechos que los 3 del centro, otro mecanismo de verticalidad (2). Cada cuerpo de la galería se divide en dos horizontalmente: por un lado, la mitad inferior, que es el antepecho; y que se encuentra dividido en dos partes, la inferior ciega y la superior acristalada. Por otro lado, la parte superior totalmente acristalada, de ventanas de guillotina; con diferentes módulos en la parte superior e inferior; que respectivamente se compone por 5 y 3 vidrios en los vanos centrales, y 3 y 2 vidrios en los laterales. Que la parte superior tenga más módulos que la parte inferior es el tercer mecanismo de verticalidad (3), enfatizado con que la parte superior de las ventanas tenga un estrechamiento geométrico (4). La geometrización de la galería y su verticalidad recuerdan al modernismo local de Mackintosh en Glasgow. Las diferencias entre los tres cuerpos, a las que hacíamos alusión al principio, se reducen a una decoración floral en la parte ciega del primer cuerpo y que en la parte superior del tercer cuerpo se modifica para rematar la galería y el edificio. Esta galería es una reinterpretación moderna de la tradicional galería blanca coruñesa.
(2) Estrechez de los vanos laterales respecto de los centrales .
(3) Aumento de número de vidrios en altura en una misma ventana.
(4) Estrechamiento geométrico en la parte superior de las ventanas.
El remate del edificio se fragmenta, empezando más abajo en los dos vanos laterales de la galería (5), para dar mayor sensación de verticalidad en los vanos centrales. Éstos, continúan unos centímetros más hasta culminar en un ligero arco (6) del que nacen unos listones de madera cual tallos de flores que decoran la cornisa. De los macizos entre vidrios de la galería nacen las ménsulas que sujetan dicha cornisa, que se remata con una barandilla. La barandilla es simplemente decorativa (7), dado que detrás se encuentra directamente la cubierta a dos aguas del edificio, sin ningún tipo de terraza o azotea. Y sirve como séptimo y último mecanismo de verticalidad de la fachada, que originariamente se enfatizaba con un arco que la cruzaba.
(5) Galería fragmentada, empezando prematuramente sobre los vanos laterales.
(6) Arcos a lo largo de la fachada para verticalizar la fachada.
(7) Barandilla superior con uso puramente decorativo.
Alineados con la fachada, a modo de marco, sobre los muros medianeros con las casas colindantes, sobresalen dos machones decorados y decorativos, que enmarcan el conjunto.
Reformas posteriores
Tras el bajo original desaparecido, se realizó una obra donde se unificó el vano de la planta baja, quitando los dos pilares metálicos que sostenían el dintel del hueco.
Posteriormente, en 1983, hubo otra reforma, que es la que se encuentra a día de hoy, en la que se retranquea el acceso a la tienda inferior mediante una galería, dividiendo la fachada en tres vanos. El vano central se remata por un arco de medio puto, más alto que los laterales, adintelados. Los dos vanos laterales sirven de escaparate, de tal manera que el acceso a las viviendas superiores se ve relegado a un lugar posterior y oculto dentro de la galería de acceso al comercio.
Autor: Alberto Fuentes Valcárcel
Fotos antiguas
Recuerdos
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Ubicación
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