Artículo de María J. Aira para La Opinión Coruña el 29/03/2009.
Las empresas de fundición de A Coruña tuvieron un papel fundamental en la construcción de la ciudad modernista y en su embellecimiento. La industria naval propició la creación de estas fundiciones para la reparación de barcos y fabricación de piezas; al mismo tiempo que se expandieron a la creación de mobiliario urbano como farolas, bancos, alcantarillas, postes para tranvías, etc.; y a la construcción, creando las armaduras para los forjados y elementos decorativos en hierro que vemos en casi todos los edificios modernistas de esta época.
«Joaquín Galiacho fundó la primera empresa de fundición en 1843, una actividad productiva a la que se unieron otros hombres de negocios de la época, como Manuel Solórzano, Miguel Muñoz Ortiz y Julio Wonenburger Canosa. Pese a que todas las industrias de fundición desaparecieron con la modernización del siglo XX y el crecimiento de la competencia, acometieron obras tan importantes como la colocación de columnas, soportes y faroles para el alumbrado con petróleo. El desarrollo de los pesqueros a vapor estimuló el auge del negocio del hierro y talleres mecánicos que se asentaron en los principales puertos de Galicia: A Coruña y Vigo.»
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