A Coruña soñada: los casos del Mercado de San Agustín y de la Escuela Superior de Comercio [título original]
Por Alberto Fuentes Valcárcel
Publicado originalmente en: En Penas Truque, A (Coord.) (2024). ‘Arquitecturas que falan do seu tempo(1849-2024). 23+1’, catálogo de exposición. Santiago de Compostela: Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude, Dirección Xeral de Cultura, Museo de Belas Artes da Coruña, pp.42-67.
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Como citar: Fuentes Valcárcel, Alberto (2024). A Coruña soñada: los casos del Mercado de San Agustín y de la Escuela Superior de Comercio. En Penas Truque, Angeles (Coord.), ‘Arquitecturas que falan do seu tempo(1849-2024). 23+1’, catálogo de exposición. Santiago de Compostela: Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude, Dirección Xeral de Cultura, Museo de Belas Artes da Coruña, pp.42-67.
ÍNDICE
Introducción
A finales del siglo XIX en A Coruña, la próspera vida comercial e industrial de la ciudad, unida a unas nuevas funciones burocráticas más complejas, orientan la atención del Ayuntamiento hacia la construcción de nuevos equipamientos e infraestructuras que resalten la ciudad con nuevos edificios monumentales y llenos de decoración[1]. Ya desde el siglo XVIII imperaba en A Coruña la mentalidad de dotar a la urbe de una imagen más digna en consonancia con su rango de Capital de Galicia[2], que tenía desde 1563 al ser establecida en la ciudad la Real Audiencia por Felipe II[3].
Pese al gran esfuerzo económico que supuso para la ciudad el derribo de las Murallas (iniciándose las de la Ciudad Vieja en 1840 y las de la Pescadería o de Tierra en 1869), el arquitecto municipal Juan de Ciórraga consiguió llevar a cabo los proyectos de construcción del Ensanche (1878-1885), los Jardines de Méndez Núñez (1868, junto al ingeniero Celedonio Uribe) y la Plaza de María Pita (1859, con proyectos de José María Noya y de Faustino Domínguez), entre otras mejoras[4].
Durante el desarrollo urbano de la ciudad se da el caso llamativo de edificios que se proyectan y que no llegan a materializarse hasta muchos años más tarde, como por ejemplo el Palacio de Justicia (1908-1927)[5]. Lo más habitual era que la falta de financiación para llevar a cabo un proyecto en un primer momento obligara a desarrollar uno o más proyectos más adelante, ajustándose a nuevas normativas, modas o cambios políticos.
Es el caso de la Casa Consistorial, con intenciones de desplazarla desde las antiguas dependencias del Convento de San Agustín, donde estaba alojada desde 1838[6], al plantear la plaza de María Pita en el lugar de las antiguas murallas en 1840. El primer diseño de Ayuntamiento es del año 1861, del arquitecto Faustino Domínguez, que no se retoma hasta el año 1901 con dos nuevas propuestas de Pedro Mariño. Éste realizará una en marzo y otra en diciembre, empezándose a construir la última en 1904, con ligeras correcciones. Las obras se extendieron hasta la inauguración de la Casa Consistorial en 1927 por Alfonso XIII, aunque el Consistorio ya se había desplazado a la misma en 1918[7].
En este caso vamos a hablar de dos de estos equipamientos, ambos diseñados en distintos estilos eclécticos con una gran influencia modernista, a los que la falta de fondos prolongó durante mucho tiempo su construcción. En ambos casos se valoraron distintas ubicaciones e incluso llegaron a tener quejas de los vecinos y obviamente ninguna de las dos propuestas se llegaría a construir. Se trata de las propuestas del Mercado de San Agustín entre 1909 y 1914 y de la Escuela Superior de 1918.
Entre ambas propuestas se vieron implicados el conjunto completo de arquitectos modernistas coruñeses[8] que formaron parte de la Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario[9]: Juan de Ciórraga Fernández de la Bastida (1836-1863-1931)[10], Antonio de Mesa y Álvarez (1862-1887-1939) y Pedro Mariño y Ortega (1865-1892-1931) para el caso del mercado, y Leoncio Bescansa Casares (1879-1903-1957) y Rafael González Villar (1887-1911-1941) para la Escuela de Comercio[11]. Estos proyectos ya se han tratado con anterioridad, pretendiéndose ahora ampliar la documentación y el contexto en torno a la imposibilidad de su construcción[12].
Mercado de San Agustín
Proyecto para la ante-plaza de Pedro Mariño (24.08.1898)
El 28 de julio de 1898 el concejal Santos Martínez Esparís inicia la discusión acerca de la necesidad de hacer una nueva plaza de abastos en San Agustín[13]. Dicha plaza era uno de los mercados históricos de la ciudad y el único permanente hasta la construcción del Mercado da Guarda en Plaza de Lugo. A lo largo del Siglo XIX se hicieron varias obras de reforma en la misma para conseguir cierto orden y limpieza como por ejemplo la renovación de 15 tinglados entre 1866 y 1867 con proyecto del arquitecto municipal Juan de Ciórraga e inspección del arquitecto provincial Faustino Domínguez, según lo acordado en la sesión municipal del 22 de agosto de 1865[14].
La propuesta de Esparís se desarrolla en una carta de los concejales de la Comisión de Mercados y Mataderos y del arquitecto municipal Pedro Mariño, del 10 de agosto de 1898, en la que proponen sustituir la plaza existente en la misma ubicación, extender la calle San Andrés hasta el mercado, ya expuesto también en 1866, cubriendo el último tramo, el que a día de hoy corresponde con la calle Marqués de Pontejos, y reurbanizar y reparcelar las calles San Nicolás y San Agustín para hacerlas más anchas y favorecer el tránsito en ellas. En la sesión del 19 de agosto se aprueba la propuesta de Esparís y al día siguiente la Comisión de Mercados ya escribe una carta que presentan el día 31, en la cual quieren dar prioridad a la sustitución de la plaza de abastos frente a las reformas urbanísticas del entorno. Como incentivo presentan un boceto de Pedro Mariño del día 24 para colocar un pequeño pabellón a modo de ante-plaza de abastos en la plaza de los Huevos (ahora plaza del Humor) regularizando el perímetro de la misma[15].
Esta propuesta de Pedro Mariño consistía en un pequeño pabellón sobre un zócalo que regularizaba el desnivel. Albergaba 14 puestos, cada uno de ellos en el vano de una arquería de arcos ojivales de estructura metálica que sujetaba una cubierta con forma de casco de barco invertido, y una marquesina que rodeaba todo el conjunto. Todo ello de estructura metálica, acristalado y con decoraciones en zinc. El conjunto se coronaba con una crestería metálica (Fig.2-3-4).



Proyecto de la Maquinista terrestre y marina (25.10.1898)
En la siguiente sesión municipal del 4 de octubre se aprueba reformar la plaza de abastos manteniéndola en su posición existente y mandar cartas a varias industrias metalúrgicas para que envíen anteproyectos de presupuesto, adjuntando probablemente un croquis de distribución de los puestos de mercado en torno a la iglesia de San Jorge de Juan de Ciórraga de 1882[17]. De igual manera, se aprueba el prolongar la calle San Andrés hasta el propio mercado. El día 7 se envían dichas cartas a la fábrica “La Industria” de Vigo, “Hijos de Alemparte” en Carril, “Sociedad de Altos Hornos” de Bilbao y “La Maquinista terrestre y marina” de Barcelona. Solo la última remitirá un proyecto con fecha de 25 de octubre de 1898[18].
La propuesta que envía “La Maquinista” (Fig.5) consiste en dos gigantescas cubiertas a dos aguas a modo de bóvedas de una estación de tren. La grande cubriría los 204 puestos de la plaza de San Agustín y la pequeña 120 en el lateral de la iglesia de San Jorge, hoy calle Juan XXIII, con un pequeño patio triangular a modo de unión entre ellos. Según ellos mismos explicaban en la carta que acompañaba el plano “el presupuesto de esta obra, sin contar los puestos de venta, incluso la verja exterior y la cubierta de teja plana, con los cristales necesarios para los lucernarios, montado y pintado, sería de 100 a 120 pesetas por metro superficial” [19].

Propuesta para el Campo de la Leña (12.11.1898)
Una vez mandadas las cartas, en la sesión del pleno del día 12 de octubre decidieron dejar el tema sobre la mesa durante 8 días. Pero ya el día 15 la Comisión de Mercado escribe un informe considerando que la plaza de abastos debería ser instalada en el Campo de la Leña, actual plaza de España, al encontrarse en un punto más elevado, ventilado y sin humedad, con vías de acceso más amplias y vistas más despejadas al monumento[20]. Esta propuesta se aprueba en la sesión del día 26 de octubre, por lo que todo el proceso de las industrias metalúrgicas queda cancelado, pero a Barcelona ya le había dado tiempo a realizar y mandar su propuesta.
El día 5 de noviembre le piden al arquitecto municipal Pedro Mariño que estudie el nuevo emplazamiento, presentando el día 14 un plano que firma el día 12[21] (Fig.6). En él se ve que el mercado ocuparía todo el Campo de la Leña, dejando un perímetro de respeto con las manzanas edificadas existentes, un jardín de separación con la plaza del Cuartel de las Atochas y otro en torno a una nueva capilla de San Roque, desplazada desde su lugar original y desaparecida a día de hoy.
Esta opción disgusta a vecinos y comerciantes que preparan un escrito para el Ayuntamiento con 25 folios de firmas, alegando que sería necesario regularizar la plaza para colocar el mercado, derribar la capilla de San Roque para después reedificarla, realizar un desmonte en el terreno que perjudicaría a las casas existentes, que el Campo de la Leña está más lejos que la plaza de San Agustín y que sigue siendo necesario pasar por las mismas calles estrechas para llegar a la nueva ubicación. Incluso es uno de los puntos por el que pasan las comitivas fúnebres de camino al cementerio. Esta carta disgusta a la Comisión, que pide desestimarla “por irrespetuosa”, cosa que consigue en la sesión del 11 de enero de 1899 donde se ratifica la decisión del 26 de octubre[22].

Primer proyecto de Antonio de Mesa (13.10.1909)
El edificio debía de estar en un estado lamentable dadas las reparaciones paulatinas que se tienen que ir acometiendo y de las cuales se tienen constancia en 1903, 1907 y 1917[23]. Al igual que sucesivos derribos que menciona la prensa en 1911[24]. Mientras tanto el 31 de marzo de 1909 el consistorio aprueba una proposición de la Comisión de Hacienda de un lote de 4 millones de pesetas para la construcción de varios equipamientos como los Grupos Escolares Curros Enríquez y Concepción Arenal, una Plaza de Abastos (de San Agustín) y la apertura de dos calles de acceso a la misma, el Asilo Municipal, un limpiadero y bolsa de contratación de pescado, una nueva Necrópolis (de Labañou), expropiaciones de diferentes calles, continuar con la urbanización del Ensanche y terminar la Casa Consistorial[25]. Sabemos gracias a la prensa, que esta gran cantidad de dinero, el Ayuntamiento piensa conseguirla llevando a cabo un empréstito municipal [26].
El 01 de septiembre de 1909 el arquitecto Antonio de Mesa presenta un anteproyecto para Mercado de San Agustín al arquitecto municipal Pedro Mariño, el cual lo remite a la Alcaldía el día 14, pasando a ser estudiado por la Comisión de Obras que emite informe el día 28 aprobando el proyecto, pero pidiendo que el mismo arquitecto lleve a cabo una reducción del 40% en el presupuesto del proyecto de 543.596’95 pesetas[27]. Sugieren para ello, eliminar por completo una de las dos cubiertas del mercado, específicamente la que cubre los puestos del Campón, la parte ubicada en el lateral de la iglesia de San Jorge (actual calle Juan XXIII). En la sesión municipal del día 14 de octubre se aprueba por el alcalde Antonio Lens Viera y al día siguiente se lo notifican a Mesa para retomar el proyecto[28].
De esta primera propuesta nos podemos hacer una pequeña idea gracias a un boceto de Ferrer (Fig.7) que se presentó al público en La Voz de Galicia el 13 de octubre[29] con los correspondientes elogios al arquitecto. La fachada longitudinal se desenvuelve en torno a dos puertas monumentales con arcos de herradura, mediante una logia en dos plantas, con seis pares de arcos en planta baja y duplicados en planta segunda.
Las fachadas transversales parecen estar resueltas de manera diferente, con un acceso más monumental en una de ellas, separado por las escaleras de la nave principal y un juego de escaleras directamente en la fachada posterior. Los materiales empleados, que se corresponden con las siguientes propuestas, son el granito de Parga, ladrillo, acero, hierro, cristal y asfalto para los suelos. El entorno se resuelve con calles de 7 metros de ancho, cubiertos 3 metros por las marquesinas perimetrales del edificio, y una calle principal de 15 metros. También se indica que se mantiene el mercadillo de flores y frutas en la Plaza de los Huevos que había diseñado Mariño con un valor de 74.427 pesetas englobadas en todo el lote presupuestario.

Segundo proyecto de Antonio de Mesa (31.12.1910)
El día 6 de enero de 1911, Antonio de Mesa, entrega el nuevo proyecto definitivo al Ayuntamiento[30], que ha desarrollado con la ayuda del arquitecto Antonio Alcaide[31] (Fig.8-9-10). Consistente en un único edificio con dos plantas, dejando los puestos que ocupaba la segunda nave al aire libre[32] y con un total de 200 puestos de venta permanente[33]. Se trata de una versión decorativa y elegante, de corte neomudéjar impregnado de estética modernista, de un mercado convencional de hierro del siglo XIX. En palabras de los propios arquitectos:
“Tanto la composición de las fachadas como en los detalles de la instalación interior, se ha procurado armonizar la sencillez que corresponde a la índole y al destino del edificio con las exigencias del ornato público, dando al conjunto un carácter marcadamente moderno, sin sujeción a estilo alguno determinado, por ser esta la tendencia que actualmente predomina en las edificaciones de la localidad”[34].
El volumen tiene una planta rectangular de dimensiones 23,4 por 54,8 metros, siendo los primeros y últimos 5 metros de las fachadas mayores el espacio reservado para las escaleras y que se materializan de una manera más sólida en sillería de granito. Se accede a través de cuatro puertas, ubicadas cada una en el centro de los cuatros alzados. Los accesos de las fachadas longitudinales los soluciona con arcos de triunfo de herradura, realizados también en granito. En la misma fachada entre los conjuntos pétreos se crean unas logias de estética más ligera, realizadas en ladrillo, cemento y vidrio, con un cuerpo bajo de arcos carpaneles de grandes dimensiones y por cada uno de ellos dos huecos con arcos de medio punto en la planta superior.
Todo el perímetro se recorre con una marquesina de vidrio de 3 m de vuelo. En las esquinas, enmarcando los accesos de las fachadas pequeñas, se encuentran las escaleras que acceden a la segunda planta que asoma a la planta baja a través de dos grandes huecos de doble altura. Los puestos se colocan a lo largo de las fachadas longitudinales en ambas plantas, con dos pabelloncitos en el centro de las dobles alturas, similares a la ante-plaza que presentaba Pedro Mariño en 1898, dejando un espacio de paso de 3 m de ancho.
La estructura interior es completamente metálica, ajustándose al andén superior de 4,5 m de ancho de los cuales 2 m son de paso. Todo el conjunto se encuentra cubierto por una cubierta de teja de la que surge otra para dejar espacio de iluminación y ventilación. Esta segunda además se acristala con un lucernario. Todas las cornisas se decoran con cresterías, de piedra en las fachadas y metálicas en la cubierta. La memoria del proyecto, además, incluye la descripción del saneamiento y el cálculo de estructuras, condiciones facultativas y económicas y el presupuesto. Ascendiendo el presupuesto de contrata (PEC) a 594.759,12 pesetas.
Es curioso que dada la ubicación que conocemos a día de hoy del Mercado de San Agustín, la propuesta de Mesa y Alcaide no tiene ni zócalo ni desnivel. Podían solucionarlo seguramente nivelando la parcela y reordenando el entorno.



El día 07 de enero de 1911, el arquitecto municipal Pedro Mariño repite el proyecto a la alcaldía reiterando que el proyecto se tendría que haber colocado en el Campo de la Leña como se había sugerido en 1898 en vez de colocar allí el Palacio de Justicia (ubicación previa a la definitiva en Plaza de Galicia). Alegaba la facilidad de acceso, la necesidad de colocar un basamento que resaltaría el edificio y abaratamiento de la cimentación al colocarse sobre roca viva.
La cadena burocrática continúa y al día siguiente emite su informe el Inspector Municipal de Sanidad, Francisco Aznar, que propone suprimir la planta alta y completar el espacio que ocupaba la escalera con más puestos, alegando que a pesar de la reducción de puestos, la capacidad del mercado sigue siendo superior a las necesidades de la ciudad. Este punto de vista lo reitera posteriormente la Comisión de Obras el 11 de febrero. Por lo tanto, en el pleno del día 15 se aprueba el proyecto con la supresión de la segunda planta que sugerían los informes. En paralelo, la prensa mantiene al público al tanto de la historia con el oportuno entusiasmo por la mejora de la Plaza de Abastos[35]. En distintas Cartas al Director, dos suscriptores vuelven a poner encima de la mesa el tema de ampliar las vías que llegan al mercado. Sugieren expropiaciones y la ampliación de la plaza hasta la calle Riego de Agua y la calle de San Andrés[36].
El día 29 de marzo de 1911 se llega al acuerdo en el consistorio de abrir a información pública cuatro de los equipamientos que se quieren llevar a cabo y entre los cuales está la plaza de abastos[37]. Concluye el proceso[38] con que el 27 de septiembre se le pida a Mesa un nuevo proyecto reformado con unos honorarios de 1.500 ptas., lo firmará el 20 de diciembre de 1911 y presentará el día 23[39], modificando las memorias y el presupuesto que ahora será un PEC de 443.111’64 pesetas[40].
Previamente, en la sesión ordinaria del pleno municipal del 02 de noviembre del mismo año[41] se aprueba la propuesta de la Comisión de Hacienda de aumentar a 5,5 millones el presupuesto del 31 de marzo de 1909 de 4 millones para construir todos los equipamientos previamente citados. En este nuevo lote dejan fuera de las propuestas de 1909, el limpiadero y bolsa de contratación de pescado y la Escuela Superior de Comercio, que veremos más adelante. De igual manera, la prensa refleja los problemas económicos que atraviesa el Ayuntamiento, dado que el 02 de febrero de 1912 abogan por no municipalizar el alumbrado público. Alegan que no es un buen momento ya que está cercano a terminar el arriendo de los Consumos, que es el mayor ingreso que tiene el Ayuntamiento; que se pretende llevar a cabo del empréstito, están paralizadas las obras de la Casa Consistorial, se pretenden construir varios equipamientos y además hay que pagar la deuda de Oza para llevar a cabo la unificación[42].
Tercer proyecto de Antonio de Mesa (01.08.1914)
Dicho empréstito parece que está cercano a ver la luz a comienzos de 1914, con un avance de 2’2 millones de pesetas, para culminar el Palacio Municipal, reconstruir la Plaza de Abastos y asfaltar la calle de San Andrés y otras vías [43], quedando fuera el resto de equipamientos cuyos proyectos ya se habían aprobado. Sin embargo, desconocemos por qué el 22 de mayo de 1914, Antonio de Mesa entrega un nuevo juego de planos anulando varios de los anteriores. Los cuales tampoco serán definitivos ya que pedirán correcciones al arquitecto, pagando 500 ptas., y que consolidará en un nuevo juego de planos completo del 01 de agosto de 1914[44] (fig.11-12-13).
Se supone que, una vez admitido este proyecto por las distintas inspecciones y Comisiones, tuvo que ser aprobado por el Consistorio y la Gobernación Civil, como en los casos anteriores. Sabemos que la intención de construirlo siguió adelante dado que el 13 de enero de 1915, la Comisión de Mercados y Mataderos pone sobre la mesa del pleno municipal la sugerencia de empezar a desplazar los puestos de San Agustín al Mercado Da Guarda con la finalidad de dar inicio a las obras, aprobándose el día 21 del mismo mes.
El proyecto definitivo significa un gran cambio respecto a las propuestas anteriores. Para empezar, el edificio es más bajo, al tener una planta sola, con una planta similar de 44 por 23 m. Se potencian las puertas como punto fuerte en la estética del edificio, al pasar de cuatro puertas a doce. Con este nuevo planteamiento de accesos, cambia radicalmente la distribución, generándose una red de pasillos compuestos por una avenida central de 5 m de ancho y mucha altura y cinco calles laterales, más bajas, que la cruzan de 3,5 m. En torno a ellas se generan unos conjuntos de ocho puestos de los cuales dos miran al exterior, otros cuatro a los pasillos transversales y los último dos hacen la esquina entre los mismos pasillos laterales y la avenida central[45].
Esta nueva distribución racionaliza mucho la propuesta permitiendo generar un plano en el cual se divide la planta en cuatro, representando en un cuadrante la cimentación con el saneamiento, en otro la distribución, en el siguiente la estructura de la cubierta y en el último las armaduras. La solución estética mantiene el aire árabe con cierto aire de la arquitectura industrial en ladrillo. La gran carga decorativa que incorpora el aumento de las puertas aumenta la imagen modernista, al potenciar los círculos de los arcos de herradura y todo el conjunto de verjas metálicas, columnas y peinetas que las decora. Esta propuesta utiliza una estructura interior metálica, el granito para el zócalo y los conjuntos de puertas y el resto de elementos en hormigón.
El esfuerzo adicional valió la pena, ya que se logró realzar la imagen del edificio y maximizar el aprovechamiento de la nueva distribución, sin que la reducción del volumen afecte su valor estético.



Este último empujón tampoco fue suficiente para poder ver materializada la obra de Antonio de Mesa ya que el 09 de abril de 1930 se les encarga a los arquitectos municipales Antonio Tenreiro y Santiago Rey Pedreira un nuevo proyecto de mercado a la nueva moda racionalista europea, siendo incluso más grande con nuevos terrenos recién adquiridos. Este nuevo proyecto se presenta en marzo de 1932, que aprueba el 28 de septiembre, se ubican los puestos de manera provisional en las plazas del entorno con plano de emplazamiento del 02 de enero de 1933 y se inician los desmontes del terreno el 11 de marzo. Finalmente se reciben las obras de construcción del mercado el 15 de enero de 1938 por un valor de 1.393.078’75 ptas., llevado a cabo por el contratista Julio Rodríguez Blanco y luego por su viuda Dominga Costas Otero[46].
Escuela Superior de Comercio
Ubicación en el Palacio del Marqués de Caramarasa (1899)
El 19 de noviembre de 1898, por Real Decreto, la Escuela de Comercio de A Coruña es elevada a Superior y dos meses más tarde, el 25 de enero de 1899, el Pleno Municipal le encarga al arquitecto municipal Pedro Mariño que realice el proyecto oportuno para poder colocar la Escuela Superior de Comercio en el Palacio del Marqués de Camarasa en la calle Herrerías[47] (Fig.14, ubicación 1). En esta ubicación, a la cual en 1899 se referían como “Instituto Viejo”, estaba colocado el Instituto de Segunda Enseñanza, hasta la inauguración del edificio definitivo en plaza de Pontevedra. Pedro Mariño presentaría el proyecto el 6 de marzo del mismo año, finalizando las obras el 17 de enero de 1901[48].
En marzo de 1909, Pedro Mariño realiza un informe en el que expone el mal estado en el que se encuentra el edificio de calle Herrerías nº 1, el cual es necesario apuntalarlo y como precaución para preservar la seguridad y la higiene es mejor mudar de sitio la Escuela Superior de Comercio[49].
Con todo, pese a los puntales, la Escuela se queda en la misma ubicación, dado que años más tarde se sigue planteando la misma circunstancia. De esta manera, la reforma del edificio pasa a estar dentro del lote de equipamientos a construir con 4 millones de pesetas del 31 de marzo de 1909 que ya veíamos anteriormente con el mercado. Dentro de este lote la Comisión de Hacienda dota a la Escuela de Comercio de un presupuesto de 300.000 pesetas[50]. En este momento, empieza un largo debate sobre distintas posibles ubicaciones en las que colocar este equipamiento, que no hará uso del citado presupuesto.

Distintas propuestas de ubicación
El 3 de noviembre de 1910 varios propietarios protestan contra una de las posibles ubicaciones en la plaza de Pontevedra por sacrificar jardines públicos y dejar sin luz y ventilación a un conjunto de costosas viviendas de nueva construcción (Fig.14, ubicación 2). Esta propuesta de colocar la Escuela de Comercio en Plaza de Pontevedra estaba dentro de la idea de convertir la plaza en un centro cultural, al ubicarla junto con el Instituto General y Técnico, la Escuela de Artes e Industrias, y una biblioteca popular[51].
En la sesión del 2 de noviembre de 1911 se decide ubicarla en el Ensanche, sacándola del lote presupuestario que ascendía de 4 a 5,5 millones, para retomarlo una vez estuvieran más avanzadas las obras de urbanización[52]. Esta decisión se mantiene un año hasta que el teniente de alcalde, Lino Molina, propone en el pleno del 13 de diciembre de 1912, reedificar el solar de Herrerías (Fig.14, ubicación 1), ya que dispone de 1.400 m2, o incluso comprar y reformar el Teatro Circo de Emilia Pardo Bazán para ese uso (Fig.14, ubicación 3). Siendo respondido unos días más tarde, el día 26, por el concejal Gerardo Abad Conde diciendo que no se dé por supuesta la misma ubicación, que se le proponga a los arquitectos que hagan un estudio previo y que se saque el proyecto a concurso.
Al mismo tiempo, el propio presidente del Ateneo Escolar Mercantil, don Augusto Villegas, en sendas cartas del 17 y 26 de diciembre de 1912 al Pleno Municipal, solicita que se les busque un local provisional y que se haga la construcción de un nuevo edificio[53]. Ese mismo día 26 se les encomendó a las Comisiones de Obras e Instrucción Pública que estudiasen un emplazamiento para el edificio. Ya al día siguiente, el día 27, el médico Ángel Durán Villarnovo ofrecía un terreno de 4.000 m2 de su propiedad a 45 ptas./m2 entre las calles Fernando González, Transversal (Menéndez Pelayo), Longitudinal (Emilia Pardo Bazán) y Juan Flórez[54] (Fig. 14, ubicación 4).
El 24 de marzo de 1914 las Comisiones propusieron que se ubicase en el solar, propiedad del señor Gil Casares, en la confluencia de las calles José Lombardero (actual avenida Finisterre) y Juan Flórez (Fig. 14, ubicación 5), aprobándose en pleno municipal del día 1 de abril. Sin embargo, se vuelve a tratar el tema el 5 de julio, momento en el que la Comisión del Ensanche propone sacar a concurso entre los propietarios de los solares del nuevo barrio, la ubicación de la Escuela Superior de Comercio. Propuesta que también se aprobó[55].
Ubicación en la plaza de Vigo
El 17 de febrero de 1915, en sesión municipal, el alcalde accidental Juan G. Rodríguez, autoriza a la Asociación de Arquitectos de Galicia a asignar a los arquitectos para llevar a cabo el encargo, el cual debía ajustarse a un presupuesto de un millón de pesetas[56]. En el pleno del 08 de septiembre[57] se aceptó el ofrecimiento del día 19 de agosto de la parcela de 3.200 m2 de los propietarios[58] que optaron al concurso de compra-venta de solares en las Huertas de Garás. Su ubicación se encontraba entre las calles Federico Tapia, Emilia Pardo Bazán, Pí y Margal (actual Menéndez y Pelayo) y Marcial del Adalid, correspondiéndose con la actual plaza de Vigo (Fig. 14, ubicación 6). Incluso se señaló el día 1 de octubre de ese mismo año, fecha de apertura del curso académico, para colocar la primera piedra.
Sabemos por la prensa que ese primer día de octubre de 1915, sí que se colocó la primera piedra, que los terrenos que ocuparía la Escuela estaban delimitados por banderolas y que los invitados se reunieron en un templete engalanado, pero que todavía no existía proyecto para el edificio[59]. Éste habría de esperar al 9 de julio de 1918, momento en que los arquitectos Rafael González Villar y Leoncio Bescansa[60] presentan un plano de fachada[61] (Fig. 15-16).
Con antelación el alcalde Abad Conde y otros concejales, el 24 de marzo de 1916 y el 17 de abril, insistirán para reactivar el proyecto y que la Asociación de Arquitectos de Galicia presentase propuestas. Incluso se llegó a tener una reunión el 29 de octubre de 1916, donde la Voz de Galicia nos relata que los Sres. arquitectos González Villar, Bescansa, Losada y Mariño y el ingeniero Sr. Yordi, acudieron a la Alcaldía llegándose al acuerdo de que González Villar y Bescansa presentarían el proyecto de la Escuela de Comercio el 31 de diciembre, al igual que otros proyectos[62]. Ambos arquitectos cobrarán los honorarios, presumiblemente por este proyecto al no encontrarse ningún proyecto posterior para la misma finalidad, el 25 de marzo de 1920[63]. Es probable que, en los siguientes años, pese a las nuevas ubicaciones propuestas se siga planteando la fachada de este proyecto como la principal propuesta a desarrollar.
El proyecto presentado de estilo ecléctico parece una clara mezcla entre las arquitecturas de los dos proyectistas, mixturando la arquitectura modernista con otros estilos históricos. El alzado puede estar inspirado en la arquitectura palaciega del renacimiento español, como el Palacio de Monterrey de Salamanca (1539), con dos torres unidas por un cuerpo más bajo y logias de arcos de medio punto, muy utilizadas por Bescansa y que tanto se empleó en los regionalismos hispanos a partir del siglo XIX. También del renacimiento y barroco francés, como el Ayuntamiento de París (1628) que tanto influenció a la arquitectura europea tras su reconstrucción (1874-1882) o el Château de Maisons-Laffitte en Yvelines (1630-51), probablemente a través de obras más contemporáneas como el Palazzo Castiglioni de Milán de Giuseppe Sommaruga (1901-04) o la Escuela de Minas de Madrid de Ricardo Velázquez Bosco (1893), mismas referencias que podrían servir en A Coruña para el Palacio de María Pita (1901-1927) o el Palacio de Justicia (1908-1928). Otra referencia clara en esta propuesta es la obra de Antonio Palacios, como el Palacio de Telecomunicaciones de Madrid (1907-1919), maestro de González Villar y recurrido referente en su obra con proyectos como la Casa Molina (1915) donde también se emplean los escudos ciegos, los pináculos en la cornisa y la división de los huecos en tres. Por otro lado, el delineado del propio plano parece salido del estudio de Rafael González Villar por similitud con otros planos de proyectos.


Figura 15. Imagen virtual de la fachada principal del proyecto de la Escuela de Comercio por Rafael González Villar y Antonio de Mesa de 1918. Realizado por el autor con inteligencia artificial.
Ubicación en el Palacio de María Pita
En los años siguientes, los desperfectos se acumulan en su sede de la calle Herrerías[64], volviendo el director a solicitar al Ayuntamiento, el 10 de noviembre de 1919, un reconocimiento por parte del Arquitecto Municipal dado que se les ha caído una parte del techo raso del aula nº 5 y hay grietas en los muros[65]. En el informe de Pedro Mariño, del día 12 del mismo mes, informa que el estado del edificio es malo, que las armaduras de la cubierta y el piso principal ya están apuntalados, hay grietas pasantes en los muros, los suelos están desnivelados, hay goteras, los tabiques están deformados y dado que las fachadas están sujetas a alineación, se recomienda la reconstrucción total. Como solución, el día 21, varios concejales proponen colocar la Escuela de Comercio, de manera temporal, en dependencias del nuevo Palacio Municipal[66] (Fig.14, ubicación 7).
El 13 de febrero de 1920, el arquitecto municipal Pedro Mariño ya remite un presupuesto de 18.984’15 pesetas para la instalación provisional de la Escuela de Comercio en el Palacio Municipal. Se aprueba el día 18 y se sacan las obras a concurso, con la intención de que se pueda retomar el curso el día 1 de abril.
Con todo, el 07 de mayo de ese mismo año, el teniente de alcalde Julio Suárez Ferrín, propone alquilar el nº 25 de la avenida de la Marina[67] (Fig.14, ubicación 8), propiedad de la Beneficencia Municipal para albergar de manera temporal la Escuela de Comercio a la espera de un edificio más definitivo. La propuesta se aprueba el día 12 y el día 24 ya se notifica los inquilinos para su desalojo[68].
Sin embargo, no se tiene noción de que la Escuela se llegue a desplazar a la Marina de manera inmediata. El 27 de abril de 1921 se presenta en la sesión plenaria una carta de los distintos concejales de la Comisión Municipal de Instrucción Pública y Obras asegurando que la Escuela Superior de Comercio sigue en el Palacio de María Pita, proponiendo una nueva ubicación para la construcción del mismo en una parcela de 1.800 m2 en terrenos ya adquiridos por el Ayuntamiento en la confluencia de las calles Ramón de la Sagra, Federico Tapia y Emilia Pardo Bazán[69] (Fig. 14, ubicación 9). Al mismo tiempo, proponen destinar la plaza de Galicia para que se coloque la Casa de Correos. Ninguna de las propuestas será definitiva dado que Correos se acabará colocando en uno de los rellenos de la Marina.
Ubicación en la plaza de Pontevedra
En la sesión municipal del 29 de octubre de 1928 se establece que la Escuela de Comercio ha de abarcar también las enseñanzas de náutica y pesca y que hay que trabajar para conseguir la construcción del edificio definitivo en el solar que después ocuparía la plaza de Vigo, al igual que ya se han construido la Cárcel, el Palacio de Justicia, el Palacio de Hacienda y la Casa de Correos, dotando para tal fin un presupuesto de 25.000 ptas. anuales[70]. Al año siguiente, el 18 de noviembre de 1929 en el despacho de la Alcaldía se crea el Patronato de Enseñanzas[71] con la finalidad de dotar a la Escuela de una nueva sede permanente; y se establecen las bases para una pronta construcción del edificio, incorporándose también un resumen de la larga historia para la materialización del edificio[72].
Esta nueva reactivación se saldará con una nueva propuesta, del 31 de agosto de 1931, del arquitecto Rafael González Villar en una nueva ubicación con fachada a la plaza de Pontevedra, entre las calles de San Andrés y Orzán (Fig. 14, ubicación 10). El anteproyecto presentado únicamente incorpora una memoria, la planta de situación, las dos plantas del edificio y un presupuesto preliminar entre las 700 y las 750.000 pesetas, sin incluir las 25 parcelas a expropiar[73].

En sus memorias, Rafael González Villar describe como la expropiación de los solares responde, además de conseguir una parcela para el inmueble, prolongar la alineación de la calle Juana de Vega, eliminar la calle Marcos de Naya y dotar a la plaza de Pontevedra de una nueva fachada más elegante con el nuevo equipamiento[74]. Sorprende ver que en este anteproyecto, el arquitecto solamente realiza las dos plantas del edificio y no incluye ningún alzado. Se podría llegar a pensar que se estaba manteniendo el alzado diseñado en 1918 para la plaza de Vigo, pero el despiece de los huecos entre el alzado y las nuevas plantas no se corresponde. Por lo tanto, se llega a la conclusión de que lo indispensable para el desarrollo del proyecto en esta ubicación es el presupuesto que el arquitecto valoró entre 700 y 750.000 pesetas.
Finalmente, el proyecto de la Escuela Superior de Comercio, conseguirá verse materializado entre 1941 y 1947 por Antonio Tenreiro en la nueva Ciudad Escolar[75] tras 38 años buscando sede definitiva desde 1909. El Palacio de los Marqueses de Camarasa en la calle Herrerías sería finalmente derribado para construir un Grupo Escolar.
Conclusión
Durante los siglos XIX y XX, antes de la Guerra Civil, la sociedad coruñesa buscaba convertir la ciudad en una gran capital. Querían lograrlo mediante grandes avenidas, plazas, jardines y edificios que embellecieran los espacios públicos, otorgando una imagen institucional. Al mismo tiempo, aplicaban modernas mejoras en higiene, saneamiento y ventilación, buscando una ciudad moderna y elegante, alejada de su aire provinciano, y más cercana a grandes capitales como París y Madrid. No obstante, tampoco olvidar a La Habana, con la que mantenían una estrecha conexión comercial y marítima, al menos hasta 1898.
Esta mentalidad, heredada del siglo XVIII, se incentivaba con las costumbres burguesas de viajar, conocer nuevas culturas e incorporar esas mejoras a la vida cotidiana. Entidades como la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, la Asociación de Arquitectos de Galicia y, posteriormente, el Colegio de Arquitectos de Asturias, León y Galicia, junto con las Comisiones Municipales, trabajaban para alcanzar esos objetivos de modernidad y decoro. Sin embargo, aunque proyectos como el Mercado de San Agustín y la Escuela Superior de Comercio reflejan grandes ambiciones, las limitaciones económicas son claramente evidentes.
Por Alberto Fuentes Valcárcel
Publicado originalmente en: En Penas Truque, A (Coord.) (2024). ‘Arquitecturas que falan do seu tempo(1849-2024). 23+1’, catálogo de exposición. Santiago de Compostela: Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude, Dirección Xeral de Cultura, Museo de Belas Artes da Coruña, pp.42-67.
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*Esta edición web ha sido reeditada para ajustarla a este formato y de paso se han corregido erratas.
Como citar: Fuentes Valcárcel, Alberto (2024). A Coruña soñada: los casos del Mercado de San Agustín y de la Escuela Superior de Comercio. En Penas Truque, Angeles (Coord.), ‘Arquitecturas que falan do seu tempo(1849-2024). 23+1’, catálogo de exposición. Santiago de Compostela: Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude, Dirección Xeral de Cultura, Museo de Belas Artes da Coruña, pp.42-67.
Referencias
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[4] Martínez Suárez, 1993; Colino Gallego y Grandío Seoane, 1998: 264.
[5] Garrido Moreno, 2002:67-68.
[6] Vigo Trasancos, 2024: 47.
[7] Martínez Suárez, 1993: 86-91; Fernández Fernández, 1996: 62-79; Sánchez García, 1997: 83-90.
[8] Martínez Suárez, 1978; Fuentes-Valcárcel, 2024
[9] Ya desde sus orígenes en 1851 los arquitectos tuvieron un papel fundamental en la Real Academia Gallega de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, llegando a ser presidentes varios de ellos. Juan de Ciórraga sería nombrado académico numerario en 1888, Antonio de Mesa lo sería en 1897, Pedro Mariño en 1902, Leoncio Bescansa en 1915, Rafael González Villar en 1923, llegando a ser presidente en 1927 hasta su defunción en 1941, y Eduardo Rodríguez- Losada en 1941. (López Naya y Torres Casal, 2007: 332-333, 337-341)
[10] (año de nacimiento-año de finalización de la carrera de arquitectura- año de defunción)
[11] No se ha tenido en cuenta a Eduardo Rodríguez-Losada Rebellón (1886-1911-1973), a pesar de también ser académico, dado que su influencia modernista va a ser muy lev. Solo sus primeras obras van a participar de un eclecticismo en el que mezcla el modernismo con el barroco, en obras como el Chalet Escudero y la Casa López Rioboo, ambas de 1913 en rúa Ferrol. Posteriormente va a sustituir el modernismo de sus mezclas eclécticas por el neoclasicismo.
[12] El Mercado de San Agustín ha sido tratado con anterioridad por Fernández Fernández, 1987: 12-19. Y la Escuela Superior de Comercio por Garrido Moreno, 1998: 134-135.
[13] AMC.AC. (Archivo Municipal de A Coruña. Concello de A Coruña) c-1015(6). 1898. Expediente acerca de la construcción de un nuevo Mercado con destino a Plaza general de abastos.
[14] AMC.AC. c-1037(15). 1865. Expediente sobre renovación de 15 tinglados en la plaza del mercado general de esta Capital.
AMC.AC. c-1026(15). 1865. Proyecto y presupuesto para la reforma de 15 tinglados en la plaza del mercado público de La Coruña.
[15] AMC.AC. c-1015(6) planos nº739-740. 24/08/1898. Ante-plaza de abastos por Pedro Mariño.
[16] Las imágenes virtuales han sido realizadas con ayuda de la versión libre de la aplicación de inteligencia virtual ReRender Ai, con un trabajo posterior de posproducción con Photoshop por parte del autor.
[17] AMC.AC. c-1015(6) plano 741. 11/03/1882. Croquis de la Plaza de Mercado con expresión de las casetas, tinglados, puestos y su numeración.
[18] Vigo y Bilbao rechazan la oferta, no pudiendo afrontar el encargo en ese momento. Carril no llegará a enviar ninguna propuesta ya que tras un intercambio de cartas le acaban notificando que no lo llevarían a cabo el día 20 de octubre, por el motivo que veremos más adelante.
[19] En la propia carta explicativa de la propuesta exponen que la solución se realizaría de manera análoga a seis mercados que ya habían construido hasta la fecha en Barcelon. Entre ellos he podido encontrar los mercados del Borne, San Antonio, de la Libertad y de la Concepción.
[20] AMC.AC. c-1015(6). 15/10/1898. Carta de la Comisión de Mercados al Ayuntamiento para instalar la plaza de abastos en el Campo de la Leña.
[21] AMC.AC. c-1015(6). 12/11/1898. Plano de situación de la propuesta de Pedro Mariño de Plaza de Abastos en el Campo de la Leña.
[22] AMC.AC. c-1015(6). 31/11/1898 al 11/01/1899. Carta de los vecinos al Ayuntamiento, replica de la Comisión de Mercados y acta de la sesión municipal sobre el traslado de la plaza de abastos al Campo de la Leña.
[23] AMC.AC. c-1004 (9). Obras públicas sobre ejecución de obras de reforma, reparación y saneamiento necesarias en las construcciones que constituyen la Plaza de Abastos, 1903-04. c-1013(4). Proyecto de obras en la Plaza de Abastos (por Pedro Mariño), 1907. c-7471(4). Obras públicas sobre reparación de las cubiertas o techumbres de los tinglados de la Plaza de Abastos, 1917.
[24] “En la Plaza de Abastos de San Agustín hay cerradas desde hace algunos meses cinco tablajerías, tres de ellas demolidas recientemente”. La Voz de Galicia. 09/07/1911. Pag.1.
“En la antigua Plaza de Abastos, cuya demolición se ha iniciado, continúa la tradicional aglomeración de vendedores y compradores […]. Contrasta este movimiento enorme de la Plaza antigua con la soledad absoluta que se observa en el soberbio mercado Da Guarda”. La Voz de Galicia. 05/10/1911. Pag.2.
[25] AMC.AC. c-138. Acuerdos del Ayuntamiento de La Coruña. Año de 1909. Sesión Ordinaria del 31.03.1909. Pág. 95-96.
[26] La Voz de Galicia. 01/07/1909. Pag.4: El empréstito.
[27] La Voz de Galicia en su número del 09/09/1909 se informa que la propuesta de estilo árabe es muy cara, ya que el empréstito no daría para construir todos los equipamientos previstos.
En el número de 14/09/1909 no comentan que dentro de la reducción del 40% dejará de hacer la nave del edificio destinada a pan, fruta y pescado, al igual que el pabellón de venta de flores.
[28] Al año siguiente el proyecto todavía no se ha presentado. El 23 de diciembre de 1910, el alcalde José Folla Yordi le pide a Mesa que entregue el proyecto antes de que acabe el mes ya que el plazo ha transcurrido en exceso y retrasará los demás trámites. Antonio de Mesa responde a la carta el día 31 de diciembre comunicando que ya tienen el proyecto terminado. AMC.AC. c-1032(1).
Durante ese año, la Voz de Galicia del 23 y 28 de octubre de 1910, con motivo de la finalización de la concesión del mercado al finalizar el año, retoma el tema de derribar la plaza de abastos para volver a levantarla con el proyecto de Antonio de Mesa.
[29] En la prensa se habla de que de los 4.960 m2 existentes con sus 842 puestos fijos y ambulantes, se van a ocupar solo 1.640 m2 con un edificio de 2.761 m2 quedando un mayor espacio público, más ventilado y saneado. Y de los 842 puestos fijos y ambulantes se pasará a 103 puestos en planta baja y 81 en la principal, todos ellos interiores, dando algunos de ellos al exterior. La Voz de Galicia, 13 de octubre de 1919, pag.1.
[30] De este proyecto se conservan los planos de emplazamiento (1), cimientos (2), planta alta (4) y planta de cubiertas (5), además del alzado lateral (7). Faltando, por lo tanto, la planta baja (3), el alzado principal (6), el resto de pabellones y los detalles decorativos y de la estructura, que sí que aparecen en el proyecto de 1914. AMC.AC. c-1032(1). Proyecto de Plaza de Abastos de 1910.
[31] Antonio Alcaide de la Fuente: Arquitecto nacido en Villaviciosa de Córdoba (Córdoba). Titulado por la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1907, inició su labor profesional en Astorga (León), pasando posteriormente por A Coruña, Girona y Barcelona, hasta asentarse en Zaragoza en 1932. Llega a A Coruña en 1910 al ser nombrado arquitecto de Hacienda (1910-12) y arquitecto provincial (1912-14) (Martínez Verón, 2000).
[32] De los 4.394’42 m2 de solar, 2.406’75 m2, es decir, el 56’5% queda descubierto. De los 1.987’67 m2 cubiertos, 1.282’32 m2 se corresponden con el edificio cubierto, 593’35 m2 con los puestos al aire libre y 112 m2 con pabellones aislados, que se corresponden con un pabellón de repeso y vigilancia, la cantina y los retretes. El mercado descubierto se cierra con una verja de 28 m de longitud. AMC.AC. c-1032(1). Memorias del proyecto de Plaza de Abastos de 1910.
[33] Respecto al anteproyecto anterior se reduce en 40 el número de puestos quedando un total de 200. En el volumen principal, los puestos exteriores de las fachadas mayores se corresponden con 24 puestos de “carnes muertas”, el perímetro interior son 36 puestos de verduras y hortalizas. Los conjuntos centrales, uno se corresponde con 12 puestos de venta de pan y el otro con 6 de aves y otros 6 de caza. En la planta superior habría cuatro conjuntos de 11 puestos, uno de huevos, quesos y mantecas, otro de frutas y los dos últimos de flores y baratijas. En el mercado al aire libre se reservan 60 puestos para pescado y 12 para mariscos. AMC.AC. c-1032(1). Memorias del proyecto de Plaza de Abastos de 1910.
[34] AMC.AC. c-1032(1). Memorias del proyecto de Plaza de Abastos de 1910. Decoración: pág. 11.
[35] La Voz de Galicia. 06,10,11,16/01/1911. Pag.1 ,2, 2, 1 respectivamente.
[36] La Voz de Galicia. 18/01/1911. Pag.1: Los edificios nuevos; 23/01/1911. Pag.2: Los proyectos para el empréstito.
[37] Además de la Plaza de Abastos también se presentan el Grupo Escolar Concepción Arenal de Pedro Mariño, el Cementerio de Labañou de Ricardo Boán y el Asilo Municipal de Julio Galán, lo cuales habían sido todos aprobados con anterioridad el 18/01, 22/02 y 25/01 de 1911, respectivamente. La consulta sería de 15 días a contar desde el día 12 de abril en que se publicaría en el Boletín Oficial de la Provincia.
AMC.AC. c-1005. 1908. Expediente sobre la construcción del Grupo Escolar Concepción Arenal.
La Voz de Galicia, 09/11/1910, pág.1: Preparando el empréstito.
[38] Una vez pasado el tiempo de consulta, el alcalde Folla Yordí remite el proyecto al Gobernador Civil el 04 de mayo, el cual lo aprueba sin la segunda planta el 5 de agosto. El 17 del mismo mes el Ayuntamiento aprueba lo decidido por el Gobernador Civil. AMC.AC. c-1032(1). Conjunto de cartas entre las Comisiones, la Alcaldía y el Gobernador Civil.
[39] Del nuevo proyecto solo se conserva la “memoria modificada” respecto a la anterior, donde el pabellón principal se reduce a 1.012 m2 y con 140 puestos de venta. AMC.AC. c-1032(1). Modificación del proyecto de Plaza de Abastos. Anexo al documento número 1: memoria (modificada).
[40] El 07 de febrero de 1912 el Ayuntamiento aprueba el proyecto con algunas puntualizaciones del arquitecto municipal, Pedro Mariño, como simplificar la red de desagües y variar las pendientes, utilizar la piedra existente en la plaza para arreglar otras calles, sustituir el azulejo biselado por el corriente que es más higiénico, que se le abonen al contratista solo las obras ejecutadas y que se le entreguen los detalles municipales de tomas de agua. AMC.AC. c-141. Libro de acuerdos del Ayuntamiento de La Coruña de 1912. Sesión Ordinaria del 07.02.1912.
A continuación, se lo reenvían al Gobernador Civil, el cual lo aprobará el 29 de febrero. El ayuntamiento lo recibirá el 04 de marzo, cobrando Mesa sus honorarios el día 06. AMC.AC. c-1032(1). El secretario del Ayuntamiento hace un resumen para informar a Mesa del proceso con fecha 21/03/1912.
[41] AMC.AC. c-140. Acuerdos del Ayuntamiento de La Coruña. Año de 1911. Sesión Ordinaria del 02.11.1911. Pág. 325-328.
[42] La Voz de Galicia. 02/06/1912. Pag.1: Lo del gas, el tema de la municipalización.
[43] La Voz de Galicia. 12/02/1914. Pag.1: Glosario municipal, entre bastidores.
[44] AMC.AC. c-1016. 1914. Proyecto de Plaza de Abastos.
[45] Los puestos exteriores 12 serán para carnes muertas y aves de corral y otros 12 para legumbres y hortalizas Los interiores serían 6 de huevos, quesos y mantecas, 6 de menudos (casquería), 12 de pan, 6 de embutidos y salados, 6 de caza y 8 de flores y frutas. En las esquinas se ubican servicios del mercado como la oficina de administración, el local del “concejal de semana”, el local de “contadores y efectos” y el “repeso y vigilancia”. Y al aire libre, 60 puestos de pescado y 12 de marisco, que se mantienen del proyecto anterior, al igual que los pabellones de cantina y aseos. AMC.AC. c-1016. 1914. Memoria del proyecto de Plaza de Abastos.
[46] AMC.AC. c-1017 y c-1018. Expedientes sobre la construcción del nuevo Mercado de San Agustín.
[47] AMC.AC. c-1015(5). 1899. Expediente sobre ejecución de las obras de habilitación de los locales del edificio nº 1 de la calle Herrerías que ocupó el Instituto Provincial de 2ª enseñanza y se destinan a instalaciones del Museo de productos y clases de Historia y Geografía de la Escuela Superior de Comercio de esta Capital.
[48] La obra tuvo un valor de 1.950 pesetas y consistió en la restauración de las tres fachadas del inmueble mediante la renovación de los recebos y enlucidos, la relabra y encintado de la sillería, pintado de las carpinterías, una ligera modificación de la distribución interior, cambio de una parte de la cubierta y todos los canalones.
[49] AMC.AC. c-2456(09). 1899. Expediente sobre ejecución de las obras de habilitación de los locales del edificio nº 1 de la calle Herrerías que ocupó el Instituto de 2ª enseñanza y se destinan a instalaciones del Museo de productos y clases de Historia y Geografía de la Escuela Superior de Comercio de esta Capital.
[50] AMC.AC. c-1009(17-3). 1929. Expediente sobre creación de un “Patronato de enseñanzas mercantiles”, donde se hace un resumen del historial del proyecto.
[51] AMC.AC. c-1009(3-1). 1910. Expediente sobre la protesta de varios propietarios contra el emplazamiento del edificio Escuela de Comercio en Plaza Pontevedra.
[52] AMC.AC. c-140. Acuerdos del Ayuntamiento de La Coruña. Año de 1911. Sesión Ordinaria del 02.11.1911. Pág. 325-328.
[53] Alega que no les gustaría quedarse en la misma ubicación, sino irse un lugar más céntrico para facilitar la concurrencia a las clases nocturnas según lo dictamina el artículo 78 del real Decreto del 22 de agosto de 1903, y alejarse del ruido de los disparos del cercano campo de maniobras militares. AMC.AC. c-2456(09). Cartas de Augusto Villegas, presidente del Ateneo Escolar Mercantil, al Ayuntamiento.
[54] AMC.AC. c-2456(09). 1912. Expediente sobre la instalación de la Escuela Superior de Comercio en un nuevo edificio que reúna todas las condiciones adecuadas.
[55] AMC.AC. c-1009(17-3). 1929. Expediente sobre creación de un “Patronato de enseñanzas mercantiles”, donde se hace un resumen del historial del proyecto.
[56] AMC.AC. c-1009(3-2). 1916. Expediente relativo al acuerdo del Excmo. Ayuntamiento interesado de la Asociación de Arquitectos de Galicia, la más pronta presentación del proyecto de construcción de un nuevo edificio para Escuela Profesional de Comercio.
[57] AMC.AC. c-144. Libro de acuerdos del Ayuntamiento de La Coruña 1914-1915. Sesión ordinaria del 08/09/1915.
[58] Los propietarios eran José Folla Jordi, Remigio Gutiérrez, Constantino Barros, Ignacio Rodríguez, Manuel Botana, Manuel Seijo y Gumersindo Ordóñez, a los cuales se les compra el solar por un total de 102.400 ptas. (32,2 ptas./m2).
[59] La Voz de Galicia, 02 de octubre de 1915, pag.2. “Los actos de ayer: La primera piedra de la Escuela de Comercio. […] Asistieron el Ayuntamiento en corporación, presidido por el Alcalde accidental; los catedráticos de la Escuela de Comercio Sres. Fariña, Martínez Morás, Mayor Moreno, Cantalapiedra y Molina Salmerón; los del Instituto, Sres. Casal, Bescansa, Fernández Diéguez y Seijo; las de la Normal, Sras. Tella, Aller, Martín y Fernández, y los Sres. Batista, Santamarina y Fernández Sar, de la de Náutica; los señores Piñal y Villorch, por la de Artes y Oficios, y los Sres. Rodríguez y Abella, inspectores de primera enseñanza, el juez Sr. Morandeira y los Sres. Fumariega, Fraga, Gómez Somoza, Marínez Salazar, Rodeyro, Frade, Rodríguez Rouco, Dans, Vázquez, Domínguez, Panisse, Blanco y Villardefrancos, representando a diferentes centros y entidades. |También asistieron los “boy-scouts”. El público era escaso. | El alcalde accidental, previa una salva de bombas, pronunció una arenga, hablando del proyecto de edificio para Escuela de Comercio, monumental y digno de una Universidad mercantil, y de otra serie de proyectos de obras escolares que el Municipio idea. Sentimos mucho no poder publicar un gráfico de aquel proyecto, pero es el caso que todavía no existe. | Habló luego el gobernador civil interino, Sr. Blin, expresando la satisfacción que sentía al asistir al acto, para lo que en él había delegado el ministro de Instrucción pública. Terminó con un viva al Rey y a La Coruña. | En nombre del director de la Escuela de Comercio, pronunció luego un breve y correcto discurso el Sr. Mayor Moreno, agradeciendo la distinción que el Municipio hace a aquel establecimiento cultural y recordando la labor de éste y su utilidad para La Coruña.| El vice-cura de Santa Lucía dio su bendición a la piedra, y una vez encerradas en la caja de plomo ejemplares de los diarios locales, monedas y el acta que firmaron los presentes, se hizo mover la piedra, que cayó a los acordes de la “Marcha Real, ejecutada por la banda de Isabel la Católica. Así terminó el acto”.
[60] AMC.AC. c-1009(3-2). 1916. Expediente relativo al acuerdo del Excmo. Ayuntamiento interesando de la Asociación de Arquitectos de Galicia, la más pronta presentación del proyecto de construcción de un nuevo edificio para Escuela Profesional de Comercio.
[61] Se desconoce si el proyecto contenía más planos, memoria y documentación. Solo se conoce el mismo alzado coloreado que aparecía en la Voz de Galicia del 24 de febrero de 1928; V.V.A.A., 1975 (con el título erróneo de Gran Casino Hotel); y Garrido, 1998 (que ya hace alusión al error mencionado).
[62] La Voz de Galicia, 29 de octubre de 1916. “Mejoras locales: Los proyectos pendientes. Otros que surgen. […] De acuerdo dichos facultativos [González Villar, Bescansa, Losada, Mariño y Yordi] con el señor Abad, se convino en que los Sres. González Villar y Bescansa presentarán el de la Escuela de Comercio el 31 de diciembre; los señores Lagarde y Mesa, harán entrega del correspondiente al grupo escolar “Curros Enríquez”, el 20 de noviembre; los Sres. Losada y Durán Loriga, enviarán el del grupo escolar “Concepción Arenal”, el 30 de noviembre, y los Sres. Losada y Mesa remitirán el anteproyecto de balneario el 31 de diciembre, todo aproximadamente. | Por lo que se refiere al grupo escolar “Rafael Altamira”, encargado al Sr. González Villar, se enteraron los congregados de que, por lo que afecta a Obras públicas, ha sido resuelto el asunto y se halla el mismo pendiente del ramo de Guerra. | Este grupo será construido en el solar de la actual Escuela de Comercio. | El de “Concepción Arenal” se levantará en el solar que ya posee desde hace largos años el Ayuntamiento en la avenida de Fernández Latorre, y el de “Curros Enríquez”, en el Campo de Marte. […]
[63] AMC.AC. c-1009(3-2). Honorarios correspondientes de proyecto de edificio de las Escuelas de Comercio y Náutica: según la tarifa vigente (grupo 3º), por R.D. de 2-11-1905, la cantidad de 13.000 ptas. con fecha 25-03-1920.
[64] Habiendo pasado los años y siguiendo la Escuela de Comercio en su ubicación inicial en la calle Herrerías, con fecha 20 de enero de 1918 tiene lugar un temporal que provoca daños en el edificio, rotura de vidrios y caída de tejas y canalones que requerirá un presupuesto de arreglo de Pedro Mariño del día 24 y que será aprobado el día 30. AMC.AC. c-7471(14). 1918. Obras públicas sobre deterioros causados por los temporales en el edificio que ocupa la Escuela Superior de Comercio.
[65] AMC.AC. c-1009(8). Expediente sobre las obras ejecutadas en el Palacio Municipal para instalar provisionalmente en él la Escuela profesional de Comercio y para adaptar algunas oficinas a los nuevos servicios creados.
[66] Hay cierta resistencia por parte de la Comisión de Instrucción Pública que remarca que debería ser la Diputación quien reubique la Escuela según el artículo 7 del R.D. del 16.04.1915. Y que en caso de no haber otra solución que priorice como primera opción la colocación temporal de la institución en el Instituto da Guarda. A la Corporación Municipal no parece gustarle esta recomendación, ya que al asegurar un lugar físico a la Escuela de Comercio se aseguran que esta no sea desplazada por la Diputación a otra ciudad con una situación más atractiva. AMC.AC. c-1009(8).
[67] El nº 25 de la avenida de la Marina (actual nº 18) fue donado por Pedro Carbajal de Castro y Montenegro, fallecido en Madrid en 15/11/1887, en testamento del 20/06/1881. Señalaba como herederos de todos los bienes muebles y usufructuarios de los inmuebles a sus tíos maternos (José Ramón, Valentín, Demetrio y Dolores de Castro), pasando a ser propiedad de la Beneficencia Municipal cuando muriese el último de ellos, cosa que sucedió el 25/11/1896. AMC.AC. c-4406(7). 1942. Negociado de Beneficencia y Sanidad: Expediente sobre instalación de la farmacia municipal, policlínica de especialidades y salas de consulta y cunas a los enfermos pobre del término municipal.
[68] Los inquilinos de las distintas viviendas del nº 25 de la calle de la Marina son Jesusa Bautista, Manuel Boado, Andrés Souto Ramos, José Gende y Luis Moyar Rivas. AMC.AC. c-1009(8).
[69] AMC.AC. c-1009(3-2). 1921. Expediente relativo al croquis de emplazamiento de la “Escuela Superior de Comercio”, y copia de certificación descriptiva del solar.
[70] AMC.AC. c-1009(3-3). 1928. Expediente sobre la constitución de un patronato para la más rápida construcción de un edificio para estas Escuelas.
[71] Este Patronato estaría compuesto los señores Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento, Presidente de la Excma. Diputación provincial, Presidente de la Cámara de Comercio, industria y navegación, Presidente del Colegio Pericial Mercantil, Presidente de la Asociación General Patronal y Director de la Escuela Profesional de Comercio. AMC.AC. c-1009(3-3).
[72] AMC.AC. c-1009(17-3). 1929. Expediente sobre creación de un Patronato de Enseñanzas Mercantiles.
[73] AMC.AC. c-1009(3-5). 1931. Ante-Proyecto de Escuela Profesional de Comercio de La Coruña en el solar comprendido entre la Plaza de Pontevedra y las calles de San Andrés y Orzán.
[74] Estas actuaciones no se llevarían cabo para la construcción de la Escuela Superior de Comercio, pero sí con la construcción del Edificio de la Jefatura Provincial del Movimiento (ahora Edificio Ocaso) en 1967.
[75] Abelleira Doldán, 2021; Paz Agras, 2007.
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